Hola queridos alumnos, el tema de hoy es la ausencia del Maestro a clases.
Desde hace años atrás , los discípulos de los grandes Maestros de antaño, viajaban meses, años, para encontrar a su Maestro, el cual le entregaría las herramientas de formacion marcial y filosófica, Estos alumnos amnegados y sacrificados, pasaban horas eternas a la intemperie en busca de una oportunidad, hasta que el Maestro decidía que si era apto o no para entregarle su conocimiento.
Hay muchas historias interesantes de estas leyendas marciales, historias que entregan una cuota de sabiduría y entendimiento.
Hoy en día estas enseñanzas míticas son poco sabidas y entregadas a los alumnos, se ha perdido en cierta forma la magia y esencia de lo que significa estudiar artes marciales.
Me voi a permitir dar un ejemplo de uno de mis alumnos Jose Madrid, este joven guerrero me sorprendió una vez que nuestro clima tempestuoso de la zona , hizo estragos en muchos lugares, cortes de luz y daños en general, sin embargo, pece a todo este desastre natural, me conmovió saber que Jose estubo esperando que llegara su Maestro para entrenar, ese día con mi señora fuimos al Dojo y estaba todo en penumbras, a lo cual decidimos volver al hogar, lo que no sabía en ese instante, era que mi guerrero Jose había estado parado frente al gimnasio con ese viento y lluvia.
Estas cosas simbolizan en cierta medida la filosofía del karate, en donde un estudiante lucha por un objetivo de abance y perseverancia.
Escribo esto, ya que, hay veces en que su Instructor no puede asistir a clases por motivos de trabajo, por suerte hay periodos en que no tenemos problemas de este tipo, sin embargo, mis horarios inflexibles son superiores a mi , y en ocasiones escepcionales no me es posible estar con Ustedes.
Jose y mis alumnos mas antiguos , conocen muy bien de que hablo, los mas nuevos están empezando a conocer una realidad de sacrificio personal.
Me preguntaban por ahí si yo esperaba a mi maestro alguna vez. A esto puedo responder que muchas veces. Cuando yo era alumno, no caminaba unas cuantas cuadras o tomaba colectivo para llegar al gimnasio, tenía la misión de viajar 45 kilómetros día por medio a la ciudad de Osorno para aprender Kenpo, y mas de una vez quedaba con el viaje puesto, ya que mi Maestro por problemas personales no podía asistir.
Son ejemplos fuertes, pero el espíritu de superación, el cariño a mi deporte y las ansias de aprender jamaz me permitían cuestionar a mi Maestro por el hecho de que no me había hecho clases, solamente bajaba mi frente en signo de humildad y seguía entrenando...lo anterior, ya que , en cualquier momento podía ser yo el que faltese a clases y el escenario aquí cambiaría rotundamente, ya que, en esta situación era mi Maestro el que esperaba.
Queridos alumnos, perseberen y tendrán un resultado positivo....un abrazo.
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